EL NUEVO COMUNISMO DE MERCADO

Durante la guerra fría, “un fantasma recorría Europa y USA”; el fantasma del comunismo. Entonces las autodenominadas “naciones libres” encontraron un enemigo común: el “comunismo totalitario” que amenazaba la democracia…

Ninguna acción para impedir que la URSS se adueñara del mundo fue desechada, desde la instalación y subsidio a tiranías latinoamericanas, a la creación de los Cuerpos de Paz y la Alianza para el Progreso; organizaciones de enunciados grandilocuentes pero de oscuros propósitos, se desplegaron por el mundo en pos de la defensa de un enemigo que nunca apareció.

Caído el muro de Berlín y desmantelada la URSS; el mundo pareció entrar en una era de prosperidad, en el que “el sueño americano” se extendería como el “maná del cielo” hacia nuestros países emergentes. Nada faltaba, incluso se creó una nueva filosofía: “El Sistema de libre Mercado” creado por los gurús de la Escuela de Negocios de Chicago.

En este clima de optimismo, y con la anuencia de los gobiernos de la Concertación, las AFP entraron al mercado accionario, pregonando la buena nueva del crecimiento exponencial de nuestros fondos de retiro… El PIB aumentó duplicando sus índices, presagiando la democratización de la riqueza basada en la “Teoría del Chorreo”.

Pasados un par de años, los más avispados, comenzaron a darse cuenta que “Algo olía mal en Dinamarca…” cuando las AFP empezaron a promocionar el APV, los simples mortales, caímos en cuenta que las ganancia esperadas por los contribuyentes, lejos de beneficiar nuestros fondos de retiros, habían caído en las manos rapaces de los holdings dueños de las empresas estratégicas del país.

El mundo, y nuestro país, sufrieron una transformación brutal, la fusión de empresas a nivel global, provocó uno de las más escandalosas traiciones a la doctrina de Adam Smith y madre del capitalismo a la iniciativa privada. La acumulación de las riquezas y la destrucción de los pequeños y medianos empresarios. El apetito voraz de los grandes conglomerados, fagocitó almacenes, botillerías, farmacias, lavasecos, clínicas, mueblerías, por nombrar algunas.

Se instauro a nivel global un símil del Politik Bureau soviético, integrado por los grandes consorcios económicos… el Nuevo Comunismo Capitalista había nacido.

Con los servicios básicos privatizados en monopolios y eliminados los negocios de barrio, ahora el ciudadano sólo puede acceder a los retails de este nuevo Supra-Estado, las tarjetas de racionamiento, poseen nombres más sofisticados: CMR, Néctar, ABCDIN, LaPolar, SalcoBrand, etc, destinadas no sólo para que el ciudadano compre y se abastezca, sino también para sacarles hasta el último peso a través de intereses absolutamente usureros.

Los medios de comunicación se encargaron del circo, los pocos buenos programas de la Tv, desaparecieron bajo la nueva liturgia del Comunismo Capitalista: la farándula.

En este nuevo escenario, los países agrupados en la economía global, quedaron a merced de las crisis bursátiles provocadas por la codicia del Politik Bureau, que privatiza las ganancias y socializa las pérdidas, un totalitarismo nunca antes experimentado por la humanidad.

En España, la Puerta del Sol, mostró los primeros atisbos de resistencia, luego los “Indignados” han empezado a extenderse, Europa, Chile y ahora en la propia narices de la catedral del Nuevo Comunismo”, WallSteet, dondel el recientemente declarado apoyo de los ex marines norteamericanos, veteranos de las guerras económicas del país del Norte, que actuarán como fuerzas de protección de los manifestantes, es un índice esperanzador de que el mundo podría salvarse una vez más del totalitarismo.

“Convoquemos una verdadera insurrección pacífica contra los medios de comunicación de masas que no propongan como horizonte para nuestra juventud otras cosas que no sean el consumo en masa, el desprecio hacia los más débiles y hacia la cultura, la amnesia generalizada y la competición excesiva de todos contra todos."
Stéphane Hessel