domingo, noviembre 18, 2007

Las personas pasan y las empresas se quedan

Es una frase tan manida en Chile el sentenciar que las personas son prescindibles que hasta lo tenemos integrado en nuestros subdesarrollados genes. ¿cuántas veces hemos escuchado decir a nuestros jefes, aquí nadie es imprescindible? Costumbre criolla que se puede traducir en: ¡ándate con cuidado que mañana te puedo cagar!
Esto es algo en que no estoy de acuerdo es más, creo que es un pensamiento que atenta hasta contra la más limitada lógica. ¿Cuánto cuesta a la empresa despedir a una persona por el motivo que fuere, aparte del desahucio, legal, las vacaciones proporcionales y hasta la fiesta de despedida?, mucho, un empleado tarda años en asimilar la cultura interna de su lugar de trabajo, desarrollar redes formales e informales de comunicación etc., todo esto es tiempo y dinero invertido en la persona, y cuyo valor no es mensurable.
En esta sociedad post-industrial donde la innovación posee el valor más preciado de las compañías exitosas a nivel mundial, el Factor Humano” es lo más preciado. Las empresas se abocan a desarrollar “Culturas Corporativas” donde el incentivo hacia sus empleados, juega un valor estratégico, como la multinacional Google, una de las corporaciones más exitosas y con una de las políticas de manejo de personal más elogiada, de acuerdo a la revista Wired, con sólo nueve años de vida ha generado un negocio cuyo valor ¡supera los U$ 187 mil millones!
Este es uno de los muchos pasivos nacionales que impiden que crezcamos como seres integrales, y limitan nuestra visión corto-placista, y que además aspiremos a poseer una dinámica de país desarrollado, y por último que dejemos atrás nuestra posición privilegiada de ser el país con más gallos depresivos del planeta.
Sin ser un experto en la materia, me voy a permitir esbozar algunas variables que podrían mostrarnos la raíz de esta problemática nacional.
La teoría economicista
Está basada en la pseudo-lógica: ¿por qué no despedimos a don Pedro que gana 2 y contratamos a un gallo recién salido de la universidad, al que le podemos pagar -1. Este novato acepta el pago -1, ya que posiblemente en su mente no está la empresa, sino que ve a ésta como un trampolín para acceder a una empresa mayor. ¿quien pierde aparte de don Pedro?, la empresa, y todo el personal que trabajaba con él que ahora piensa: ?¿para qué sacarse la mugre como el Pedro, si igual lo echaron. Surge entonces el paradigma del “pasar piola”, No hay que ser tan ingenuo como el Pedro, que trataba de solucionar todo aún a costa suya. Conclusión Chile es uno de los país en que se trabaja más horas pero estas horas son las menos productivas estadísticamente hablando.
La teoría del fusible
“las personas ingeniosas encuentran oportunidades en las catástrofes en cambio las limitadas sólo ven catástrofes en las oportunidades, Sir Winston Churchill” Cuando en cualquier empresa, estatal o privada ocurre un problema, éste no se canaliza como experiencia, tampoco se buscan soluciones... ¡se buscan culpables! Conclusión: es mejor no ser tan visible (el que nada hace nada teme).
La teoría de garrote
Es una práctica empresarial que proviene de los inicios de la Revolución Industrial. “Si mantengo a la gente sumida en el miedo, ésta va a producir más para no perder la pega”. Fruto de una mirada absolutamente de corto plazo, esta técnica funciona en pequeños espacios de tiempo, pero se vuelve en contra de la empresa generando resentimiento y abulia en las personas. De acuerdo a un estudio realizado recientemente por Genera en Chile, es el trabajo la segunda instancia en que las personas se sienten más abusadas, estadística superada sólo por la atención en salud pública. Conclusión no existe fidelidad hacia la empresa, más del 60% de los trabajadores y profesionales activos, estaría dispuesto a cambiar de lugar de trabajo aún ganando lo mismo, o menos.
La teoría de la pseudo-optimización
En esta sociedad criolla donde “el errar” esta criminalizado, se pretende estructurar la vida bajo la ley marcial del mercado y la concentración en campos de consumo, es la misma sociedad, que se hunde, buscando la aplicación permanente de “eficacia u optimización” en todas las relaciones. La experiencia del error es la experiencia del conocimiento. Pues el conocimiento y la experiencia se adquiere, se vive y se transmite, quiérase o no, a partir de vivir “la experiencia del error. Las empresas exitosas conocen el valor experiencial del error. Como ejemplo recuerdo la anécdota de una persona cercana, que trabajando en una compañía sueca, cometió un error en uno de sus primeros cargos y que le costó a la empresa algunos millones de pesos. Cuando mi amigo estaba preparándose para su despido inminente, su jefe le habló de lo importante que era “aprender de ese impasse”, Conclusión: este ejecutivo ascendió en la empresa y se transformó en Director General del Caribe y Asia-Pacífico con más de veinte países bajo su responsabilidad optimizando la gestión y las ganancias en todos ellos.

Nuestro empeño por saltar hacia un lugar de privilegio entre los países desarrollados, posee una lastre de muchos años de desconocer el valor de las personas como un activo. En nuestras empresas existen “Departamentos de Personal”, que aparte de organizar celebraciones como la víspera de Navidad para sus empleados, no son en la realidad otra cosa que “oficinas de contratación y despido”

Las políticas de recursos humanos son vitales para el desarrollo del negocio, por eso las empresas de éxito tienden a poner cada vez más énfasis en esta gestión.

Los cambios del mercado, la competencia, la imagen que transmiten los medios de una organización, todo pesa a la hora de diseñar las políticas de las distintas áreas. Si una empresa ha tenido una mala imagen en los medios, si ha aparecido como una empresa conflictiva o con problemas de organización, con el tiempo, le costará reclutar personal calificado y es probable que el propio, emigre hacia la competencia.

Conclusión final: las personas hacen las empresas. Apple padeció de años de descenso en el mercado, ya que la gerencia vio en el fundador de la compañía a una persona que no se preocupaba de las ganancias y que perdía recursos en el acertar y errar de la innovación, a Steve Jobs lo echaron de la compañía que él había formado. Cuando esta empresa tenía como único recurso el declararse en quiebra y vender sus activos, Jobs la compró nuevamente y hoy en día es un paradigma de éxito gracias a su cultura de innovación. Nuestro Festival de la Canción de Viña del Mar prescindió de su cara visible, a Vodanovic lo cambiaron por figuritas de éxito momentáneo, todo el glamour desapareció y en la última versión cuando las fallas de animación se escapaban de las manos, el público coreaba a gritos el nombre de su animador estrella.

Gerenciar no es sinónimo de mandamás, para hacer gerencia se requiere de un líder que reconozca en las personas sus éxitos y les aconseje en sus errores, un líder delega y genera confianza maneja su barco con mano firme e inyecta energía a su tripulación, premia y sanciona en forma justa de manera que la sanción se transforme en una lección de vida. Un líder sabe que nadie es prescindible que hasta el puesto más humilde es estratégico. Estamos insertos en la economía global y en este escenario de cambio constante, en Chile nos sobran gerentes y nos faltan líderes.

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