sábado, octubre 06, 2007

EL VERDADERO VALOR DE UN PRODUCTO
EN UN MERCADO QUE COMPRA DISEÑO


Hace nueve años, el CEO de SonyCorp. vaticinó que la década que iniciaba el nuevo siglo sería el comienzo de la "Era del Diseño", por la misma época, Joan Costa el notable comunicólogo español, colocó al diseño en una posición de privilegio designándolo como "el vector principal de la Nueva Economía".

Suena irreal mencionar las ideas de estos expertos internacionales en un país como el nuestro en el cual no se invierte en diseño, en el que Gerentes Generales y Gerentes de Marketing, salvo contadas excepciones, sufren de "miopía crónica" frente a una realidad que se "cae de madura". Hombres formados durante los 70´y los 80´ en las llamadas "ciencias duras", que confían más en los números que en el sentido común. Es válido preguntarse en este escenario ¿alguien cree que Steve Jobs creó el "iPod" en una planilla Excell?.

Para revivir una empresa que estaba en la bancarrota, este verdadero "gurú" de la tecnología y que no alcanzó a cursar un semestre de Ingeniería, no sólo desarrolló equipos dotados de una eficiente calidad, sino que generó una nueva estética de la tecnología. Con diseñadores ingleses, americanos y japoneses hizo un verdadero "milagro: levantó a un muerto y lo hizo ganar una maratón". Actualmente casi no existe un producto electrónico, computacional o electrodoméstico que no posea en su diseño elementos basados en la estética creada por Apple.

Es una verdad axiomática que hoy en día la gente no compra productos, sino que en realidad compra diseño. ¿Y qué ha conducido a que en nuestro medio, las empresas, al revés, no valoren el diseño?, o mejor dicho, que aunque saben que el diseño es importante, ya que ellos también lo compran en su vida particular, no están dispuestos a pagar por él. Todos quienes trabajamos en el medio, más de alguna vez, hemos sufrido la humillación frente a un cliente que nos ha cruzado la cara con la frasesita: ¿tan caro por hacer un monito?.

¿Quién tiene la culpa de esta falta de ubicuidad, ¿los empresarios?, ¿los diseñadores?, o más bien es un "problema-país". Al respecto hace una semana atrás escuché una entrevista a Jorge Shaulson en Radio Duna, donde analizando el triste episodio de un carabinero muerto a tiros por un menor, manifestaba su perplejidad frente a la falta de visión entre quienes piden más represión y la postura de nuestras autoridades, que llamaban a los padres a preocuparse por manejar a sus hijos, Shaulson expresaba al respecto: ¿cómo nadie quiere ver la segregación social de los pobres que viven en verdaderas "comunas-guetos"?, ¿y a que padres están hablando las autoridades cuando estos jóvenes provienen de hogares destruidos por la miseria, la promiscuidad y la falta de oportunidades?, sostenía además, que nuestra bonanza actual, fruto de un buen manejo macroeconómico, unido a condiciones coyunturales, como el alto precio del cobre, no solucionán nunca la brecha increíblemente alta entre ricos y pobres, ya que Chile no podría nunca saltar a la ansiada posición de país desarrollado, si su oferta internacional seguían siendo las materias primas, sostenía enfáticamente, que sólo la generación de empleos bien remunerados, unida a una educación verdadera, sacaría a los muchos compatriotas de su condición de desfase social. Al final habló de la paradoja de que otros países latinoamericanos, a los cuales miramos por sobre el hombro, ya nos han superado en exportar valor agregado es decir, talento ligado a las nuevas tecnologías.

Creo realmente que éste es un problema de mentalidad nacional, no invertimos en otorgar valor agregado a nuestra industria y peor aún no valoramos el trabajo de nuestros profesionales (a menos que pertenezcan a las ciencias de la Ingeniería, la Medicina o la Eco-nomía). El renombrado publicista Raúl Menjíbar, en una charla reciente, analizaba esta problemática ejemplificándola por la negativa de los clientes a pagar un buen precio por una marca. ¿Alguien se ha preguntado alguna vez cuánto vale una buena marca?, un dato estadístico: la marca CocaCola, vale el 70% de todos los activos totales de esa empresa.

Una marca es diseño, que identifica a un producto que se valora por su diseño y un buen marketing debe enfrentar el manejo de la marca, no como la venta específica del producto, sino como la venta de una experiencia y es el propio diseño quien le otorga esta identidad.

En el "Encuentro Latinoamericano de Diseño" organizado por la Universidad de Palermo en Buenos Aires a principios de agosto, el profesor Gustavo Lento, personificó al actual comprador como "la Generación C", dando a entender que la identidad de un producto no está relacionada con la producción de éste, sino con el consumo, en un escenario en el que el "donde" no es igual a "quien" ya que existe una desconección entre el lugar geográfico y el ámbito emocional del consumidor quien perfectamente puede ser un abogado, budista y que gusta del sushi y donde los diseñadores se transforman en "cazadores de experiencias" buscando la expresión estética del producto en una aproximación al contexto sensorial del grupo objetivo, para con esta experiencia, poder conformar soluciónes válidas de diseño.

En nuestro país existen excelentes diseñadores, que a diario deben lidiar con malos clientes, ejecutivos que en su ignorancia absoluta piensan que economizar en algo tan importante, es lo principal, que para hacer una etiqueta, perfectamente pueden encargársela a su hija que está estudiando diseño o es artista plástica y no a un estudio de diseño que le cobraría un precio real por lo que necesita. En Chile existen excelentes productos pero con envases inapropiados, feos, faltos de elementos de identidad, la mayoría de ellos malas copias, programas computacionales con interfases en las que se observa ni la más mínima lógica de diseño por nombrar sólo algunos ejemplos.

Recientemente ocurrió un hecho único en la conducta de consumo, miles de personas "acamparon" durante tres días en la Quinta Avenida de New York para ser los primeros compradores del último producto lanzado por Apple, el iPhone, un teléfono similar a muchos otros, pero con un diseño espectacular, tomando este producto como ejemplo, del cual se vendieron el primer fin de semana medio millón de unidades, ¿cuánto habría pagado un empresario chileno por "el monito"?

Una nota importante: China, el gigante asiático que posee la mayor tasa de crecimiento mundial cuya mente está puesta ahora en el pasar de un país productor a un país generador de valor, creó el año pasado "mil escuelas de diseño", pregunta para los empresarios nacionales: ¿es que los chinos no cachan nada de economía?

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